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Estudiantes de la Escuela de Administración de Negocios demostraron su capacidad innovadora

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Un grupo de la Sede de Occidente ganó Expoinnova con un producto denominado Plasticem, que es una lámina de fibrocemento con plástico reciclado y libre de estereofón.
24/Julio/2024

Enrique Carrillo Piñar tiene 23 años y está por terminar la carrera Dirección de Empresas de la Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica (UCR). Él, junto con el grupo de estudiantes que coordinó, fueron los ganadores de Expoinnova, uno de los dos concursos de ideas de emprendimientos que realizó recientemente la Escuela de Administración de Negocios.

Antes de hablar del proyecto que les dio esa primera posición, hay que hablar de su historia de vida, una que en lenguaje juvenil llamaríamos “épica” y ejemplar: Enrique nació en Limón y con apenas ocho años tuvo que superar la muerte de su padre. Luego él y su mamá (es hijo único) se fueron a vivir a Miramar. A los 18 años perdió también a su madre y la casa donde vivían. Literalmente, quedó solo en la vida.

Fue ahí donde apareció la oportunidad de ingresar a la UCR por medio de la carrera de Dirección de Empresas en la Sede de Occidente. La “U”, como él la menciona, le dio beca cinco, es decir: le cubrió todos los gastos de matrícula y le otorgó el derecho de reubicación geográfica, es decir, también le ofreció un apartamento dónde vivir en San Ramón.

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Enrique Carrillo Piñar en la presentación del proyecto. Foto: Laura Rodríguez.

Sus aspiraciones pudieron haber quedado en ser un buen estudiante y concluir con éxito la carrera… pero Enrique quiso ir más allá: cuando apenas estaba en su primer año en la UCR concursó y ganó con su equipo el certamen de Generación E, en el que participan estudiantes de primer ingreso. Desde entonces se propuso volver a concursar y ganar el Expoinnova, el concurso de creación de emprendimientos para las generaciones de último año: y lo logró.

Él, junto con los demás integrantes del equipo (Emanuel Chaves Gamboa, Elena Rodríguez Alfaro, Nikol Priscilla Ruiz Arias e Ignacio Zamora Vega), diseñaron un modelo de negocio basado en la creación de láminas de fibrocemento a las que bautizaron Plasticem, un material mucho más liviano que el que se comercia en el país. Este utilizaría plástico triturado para su reciclaje y no la técnica que se utiliza hoy en día, en la que grandes cantidades de agua quedan contaminadas. 

Además, con este proceso se usa menos polvo de piedra para crear estas láminas, material que se obtiene del dragado de los ríos y puede generar riesgos de inundaciones durante las lluvias. Y, como si fuera poco, la producción de este material estaría libre de estereofón, que son las que se comercian actualmente en el país y que es altamente contaminante.

Premiación de Expoinnova. Foto: Laura Rodríguez.


Un gimnasio para gente y perros
 

El otro proyecto ganador fue Patitas y manitas, coordinado por Matthew Lewis y conformado además por Sebastián Villegas, Nicole Vásquez y Eileen Vasconcelos. Este consistiría en un gimnasio que integre a seres humanos y sus perros, ya sea de forma mixta (con rutinas compartidas) o por separado.

Además de este concepto novedoso, la idea era también integrar una cafetería. El 3 % de las ganancias iría destinado a organizaciones de ayuda para caninos en condiciones de calle. De hecho, una idea extra del gimnasio es entrenar perros callejeros para mejorar su condición y luego darlos en adopción.

Aunque Matthew es claro en que ni él ni su grupo está valorando echar a andar este proyecto en el corto o mediano plazo, sí realizó un calculo del monto que sería necesario para que un emprendimiento así pueda funcionar: de 12 a 15 millones para comprar las máquinas, alquiler del local y sufragar gastos de todas las necesidades extras que se requieran. De igual manera, están abiertos a que cualquier persona pueda tomar esta idea de negocio y ejecutarla.

El futuro empresario adujo que también sería necesario contar con los permisos del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), la municipalidad respectiva, el Ministerio de Salud, entre otros, sobre todo ante atenciones de emergencias o higiene, ya sea para los perros como para la gente que se matricule.

Propiamente sobre el concurso, Matthew admitió que fue un proceso cansado de análisis detallado, pero que la idea les gustó por ser un concepto novedoso, que era el propósito del curso. Finalmente quedaron muy satisfechos con el resultado de la idea, que sirve tanto para mejorar los hábitos de vida de las personas como para ayudar también a tener mascotas más saludables.

Tanto él como sus compañeros valoraron además de forma muy positiva esta experiencia, que les permitirá en un futuro desarrollar ideas similares, demostrando que tienen la capacidad de crear proyectos innovadores y competitivos.

 

Misión cumplida

 

El objetivo de potenciar las capacidades estudiantiles, poner en práctica los conocimientos y las herramientas adquiridas en los cursos se cumplió a cabalidad, según reconoció el profesor Roberto Méndez Torres, docente de la Escuela de Administración de Negocios y coordinador del proyecto Emprender e Innovar (que organiza Generación E y Expoinnova).

Según Méndez, la meta es que el estudiantado se fije una idea que tenga potencial de desarrollo y que genere una proyección hacia la comunidad, promoviendo además oportunidades de trabajo y movilidad social no solo para el alumnado, sino también para otras personas.

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Profesor Roberto Méndez Torres, docente de la Escuela de Administración de Negocios y coordinador del proyecto Emprender e Innovar. Foto: Laura Rodríguez.

Otro aspecto positivo de la realización de este tipo de certámenes es que preparan a quienes participan para insertarse de una mejor manera en el mercado laboral o, incluso, les dan la opción de generar su propio negocio y dar oportunidades laborales a otras personas.

Para el docente, se agrega la destreza de enfrentar el desafío de explicar por qué ese proyecto es una idea prometedora (lo que incluye mejorar su capacidad de comunicación y de convencimiento a los jurados). Otro aspecto que rescata es  a la vez de trabajar coordinadamente en equipo.

 

El concurso

 

Un total de 106 proyectos de negocios innovadores concursaron en dos certámenes: 48 en Expoinnova y 58 en Generación E. Ambos son parte del proyecto Emprender e Innovar de la Escuela de Administración de Negocios de la UCR.

Cada idea es gestada por estudiantes de las carreras de Dirección de Empresas y Contaduría Pública, de todas las sedes universitarias donde estas se imparten, clasificados en las categorías de Tecnologías Emergentes, Salud, Bienestar y Ambiente, e Innovación Social, con el objetivo de aportar ideas tecnológicas, sostenibles y con un impacto positivo para la comunidad.

Durante la semana del concurso, el evento se dividió en dos etapas: una virtual, donde exponían su iniciativa de negocio a través de perfiles creados en Facebook e Instagram, y otra presencial, el evento final, que se llevó a cabo en el Colegio de Ciencias Económicas, donde el jurado estableció un ganador para cada categoría. Las propuestas ganadoras de ambos espacios ganaron un premio de ₡200 000.

Además, en esta ocasión importantes instituciones y empresas participaron como patrocinadoras: el Colegio de Ciencias Económicas – CIDE, Grupo INS, Grupo Purdy, Procter & Gamble, KPMG, FIFCO, la Liga Deportiva Alajuelense, AMCHAM, Proinnova, los Programas de Educación Continua (PEC), AES Computers y el Instituto Excelencia Académica (IEA).

Este proyecto es coordinado por dos docentes de la EAN, una estudiante asistente y un comité de estudiantes de cuarto año de la carrera de Dirección de Empresas.

En este 2024 ambos espacios cumplieron 11 años de realizarse de manera indefinida, incluso a pesar de la pandemia, que forzó a su virtualización. Su impacto ha sido tan grande que fueron declarados como de interés institucional por la Rectoría de la UCR.

Pablo Mora Vargas
Periodista Oficina de Comunicación Institucional