El mural que celebró el 20 aniversario de la regionalización recupera su brillo
La imagen de Carlos Monge Alfaro, que ha acompañado a cientos de estudiantes que transitan la biblioteca de la Sede de Occidente, cobró vida gracias a una reinterpretación que se realizó recientemente al mural ubicado entre los pisos 1 y 2.
La obra de Eduardo Torijano Chacón, fue el primer mural que el artista hizo en Costa Rica y se realizó con motivo de la celebración de los 20 años de la regionalización de la Educación Superior en 1989.
Treinta años después, en el 2023, en que se celebra el aniversario número 55 de la Sede de Occidente, el mural recobra su brillo por esta intervención dirigida por Torijano y que estuvo a cargo del artista César Ulate Calderón, docente universitario y de los estudiantes Gabriel Ascárate Abarca, Alejandra Solórzano Vásquez y Silvana Jimena Méndez Elizondo de la Sección de Artes de la Sede de Occidente.
La Licda. Graciela Quesada Fernández, directora de la Biblioteca, explicó que “efectivamente el contexto en que se creó la obra fue en la celebración de un aniversario de la Sede y este año estamos celebrando el aniversario 55, era muy importante en este momento darle ese valor histórico, empezando porque el mural celebra la Sede de Occidente y la regionalización de la Educación Superior”.
Agregó que la obra muestra el contexto en que se desarrolló la Sede ya que incluye a Carlos Monge Alfaro como la persona impulsora de la regionalización, elementos relacionados con la zona cafetalera y líneas de pesca, debido a que en ese momento la hoy Sede del Pacífico era un recinto de Occidente.
El Dr. Bryan Gómez Vargas, coordinador de Investigación de la Sede, aseguró que “la reinterpretación del mural nos ha recordado los 20 años de esfuerzo continuo en el ámbito educativo, marcando un hito importante en la historia. Este mural representa la unidad y el compromiso de ofrecer una educación superior de calidad a las comunidades sin importar su ubicación geográfica”.
Por su parte, Torijano explicó que el mural se realizó por iniciativa de la Sede de Occidente, y en este caso como en todos los relacionados con obras de carácter público, “el punto de partida es la voluntad política que no la resuelve el muralista, sino el político, los funcionarios o la empresa privada, que es compartir con el público una inquietud artística. A diferencia de una pintura de formato pequeño, el mural es una obra pública, en la que las personas le inyectan una interpretación, cuando uno termina la obra, no es de uno es de la gente ” aseguró.
César Ulate Calderón, quien estuvo a cargo de la intervención, mencionó que la reinterpretación de una obra permite al artista darle su toque personal, y aplicar otra técnica con materiales más actuales a los utilizados originalmente. Destacó el aporte de los estudiantes de la Sede de Occidente, quienes ayudaron a darle vitalidad a la obra. “Creo que fue una dinámica muy interesante, este mural es de casi 360 grados y el trabajo con ellos (los estudiantes) fue muy bueno, un proceso muy interesante porque enriquece la obra” aseguró.